Cómo ven las abejas

Las abejas, esos diminutos y laboriosos insectos, poseen un mundo visual sorprendentemente rico y complejo.

En este artículo del blog Miel Sierraflor, hablaremos de la visión de las abejas, explorando la estructura de sus ojos, la sorprendente resolución de su visión y cómo perciben los colores.

Descubre cómo estos seres alados ven el mundo que los rodea y cómo esta habilidad visual influye en su comportamiento, su búsqueda de alimentos y su papel vital en la polinización. ¡Comencemos!

Ojos de las abejas

Los ojos de las abejas son fascinantes estructuras que desempeñan un papel fundamental en su supervivencia y comportamiento.

Y, ¿cuántos ojos tienen las abejas? Las abejas tienen 5 ojos en total. Tienen dos grandes ojos compuestos en la parte frontal de la cabeza, conocidos como ojos compuestos.

Además de estos ojos compuestos, las abejas también tienen tres ojos simples, conocidos como ocelos.

Te explicamos más detenidamente sobre ellos:

Ojos compuestos

Los ojos compuestos de las abejas están formados por una serie de pequeñas unidades llamadas omatidios. Cada omatidio actúa como una pequeña lente, captando la luz y creando una imagen.

Estos ojitos de abeja les permiten a las abejas percibir el mundo que las rodea de forma granular, lo que les proporciona una excelente visión periférica y les ayuda a detectar movimientos rápidos, como el de los depredadores o el de las flores agitadas por el viento.

Ocelos

Las abejas también tienen 3 ocelos, ojos simples situados en la parte superior de la cabeza, entre los ojos compuestos.

Aunque los ocelos no pueden formar imágenes detalladas, son sensibles a la luz y juegan un papel importante en la orientación y la navegación de las abejas.

Estos ojos de abeja les permiten percibir la dirección y la intensidad de la luz solar, lo que les ayuda a mantener la estabilidad en vuelo y a realizar vuelos de orientación precisos.

Estos ojos compuestos y los ocelos proporcionan a las abejas una visión multifacética del mundo que las rodea, permitiéndoles explorar, recolectar alimentos y comunicarse eficazmente en su entorno.

Qué resolución de visión tienen una abeja

La resolución de visión de las abejas es notablemente alta considerando el tamaño diminuto de sus ojos. Sus ojos compuestos les proporcionan una visión extremadamente detallada del mundo que las rodea.

Cada omatidio que forma los ojos compuestos actúa como una lente independiente, capturando una pequeña porción de la escena visual. Como resultado, las abejas pueden percibir objetos y detalles con una claridad asombrosa, incluso a distancias cortas.

Esta aguda resolución de visión les permite, por ejemplo, detectar patrones de flores y distinguir entre diferentes formas y texturas, habilidades cruciales para la búsqueda de alimento y la navegación en su entorno.

Qué colores ven las abejas

Las abejas tienen una visión tricromática, lo que significa que son sensibles a tres colores de la abeja principales: azul, verde y ultravioleta.

A diferencia de los humanos, que tienen una visión tricromática con sensibilidad a los colores rojo, verde y azul, las abejas no pueden percibir el rojo, pero tienen una sensibilidad especial a los colores ultravioletas.

Esta sensibilidad les permite detectar patrones de color y contrastes que son invisibles para los humanos, lo que resulta fundamental para la búsqueda de alimentos, la identificación de flores y la comunicación dentro de la colmena.

La capacidad de ver los colores ultravioleta les permite localizar mejor las fuentes de néctar y polen, lo que les confiere una ventaja significativa en la recolección de alimentos.

Cómo usan las abejas las flores

Las abejas utilizan su visión para detectar y seleccionar las flores que visitan en busca de néctar y polen.

Gracias a su sensibilidad a los colores y su capacidad para percibir los colores ultravioleta, las abejas pueden distinguir patrones de color de abeja específicos en las flores que les indican la presencia de néctar y polen.

Por ejemplo, las flores con colores brillantes y patrones de ultravioleta bien definidos suelen indicar una fuente rica en néctar y son más atractivas para las abejas.

Además, las abejas también utilizan su aguda visión para identificar la forma y el tamaño de las flores, así como para detectar movimientos sutiles, como el balanceo de los pétalos o la vibración de las anteras.

Estas señales visuales les ayudan a evaluar la calidad y la cantidad de néctar y polen disponibles en una flor determinada antes de decidirse a recolectar.

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